Un ángel llamado Tito

Acabamos de celebrar la festividad de Todos los Santos. Fiesta que en el Santoral cristiano tiene una honda significación. Nos pone en contacto con la Iglesia triunfante, aquella que está integrada por todos los que ya disfrutan de la unión eterna con el Padre y que tienen para nosotros un importantísimo papel de ejemplo y de intercesión.

El título de este artículo podía sonar a cuento de niños. Y, en realidad, fue un niño el responsable de esta historia. Un niño que no conoció a su padre en la tierra, porque Dios se lo llevó con El tres meses antes de que naciera y que, contemplando unas fotos familiares que había en el salón de su casa, nos explicó muy convencido: “este es mi papá que es un ángel”.

Hoy queremos ofrecer al Servicio de Infancia y Juventud del Movi este protector, muy nuestro, que nació en el seno de la familia Gayarre-Madoz, se crió en el estilo de vida del Movimiento Familiar Cristiano y formó parte de su grupo de Juventud.

Sonriente y guapo, derrochando alegría y buen humor en todos los ambientes que frecuentaba, amó la naturaleza, escaló montañas, descendió barrancos y buscó, como tantos de vosotros, la dedicación profesional que llenara su vida. Se hizo arquitecto técnico y volcó en su trabajo el sentido de la belleza, la serenidad y la paz que emanaban de su relación íntima con Dios. Conoció el amor puro y la ilusión de la paternidad. Dios se lo llevó una tarde del 25 de enero mientras subía su última cima entre la nieve del Pirineo ansotano. Tenía 33 años. A todos los que lo queríamos nos hizo probar el dolor de perderlo, la incomprensión del : ¿por qué? ¡Señor! si era tan bueno, si estaba esperando su primer hijo...!

Año de la Fe, de aceptación del misterio de Dios, del gozo y la alegría porque nuestros jóvenes tienen en Tito Gayarre un ejemplo a seguir.

Y porque entre tantas calabazas, chorretones de sangre y borracheras festivas de la noche de los muertos (Halloween) nuestros chavales del Movimiento Familiar Cristiano tienen un ángel especial al que imitar en su vida y al que pedir ayuda cuando el acoso exterior ponga en peligro su fe y su alegría de vivir.

Tito ¡saca las alas!.



Familias Serrano-Valenzuela y Serrano-Mayor.